Scott ha comprado un gran ramo de rosas para Elizabeth. Se dirige a su casa. Se topa con Samantha. Ella se emociona al.ver al único de los amigos que le falta por conocer y con flores.
--¿son para mi?
Y Scott no le puede decir que no. Sabe que no necesita nada para acostarse con ella. La chica está feliz con las flores.
--¡Nunca me habían regalado flores¡
A él le da ternura la felicidad de la chica.
--¿vamos a tomar un café?
-- ¡¡vamos¡¡ --entusiasmadísima.
Los dos se sonríen. Pasan un buen rato juntos y ella está ardiendo. Acaricia la mano del chico y quiere besarlo. Él no siente rechazo. Ve a la chica con otros ojos y no como una gorda con la que debe acostarse por una apuesta. Se asusta y se va
.
Comienza un nuevo día, al llegar a la biblioteca esta vez es Dani el que está en el centro. Elizabeth está muy intrigada:
--¿qué les habrá dado a estos a venir aquí solas? Antes siempre venían con mi macizo.
Elizabeth está muy triste ya que tiene muchas ganas de ver a su macizo. La mujer se pone a la defensiva cuando ve que Dani se acerca a ella. Ni escucha lo que le tiene que decir:
--no me molesten más, yo vengo aquí a estudiar. Yo trabajo y estudio. No me dedico a estar de vaga como vosotros.
--oye, oye que nosotros también trabajamos. Cosemos en un taller del padre de un colega, Scott, pero siempre nos dejan escaparnos un rato ¿y de que trabajas?
Ella no le hace caso y él pega su cuerpo al de ella seguro que la mujer se quedará seducida por su aroma. En realidad se ha pasado en el perfume y Elizabeth se ahoga. Ella huye de él. Dani insiste.
--¿y tienes un buen horario? El padre de Scott seguro que tiene trabajo para ti. Como favor especial seguro que te podríamos buscar un horario que te fuera bien.
Elizabeth lo mira molesta.
--te lo pido por favor y dile a tus amigos. Estoy estudiando. No me hagáis perder más el tiempo. No me volváis a molestar más.
Ella se sienta en una mesa donde hay otras personas.
Dani se acaba por ir:
--la fea es más dura de lo que pensaba... seguro que se hace la interesante. No puede ser que me rechace. A los tres. ¡Nosotros estamos buenorros y ella es un monstruo¡
Dos días después..
Scott y Samantha viven su tercera cita. A ella cada vez le gusta más el chico.
--de hoy no pasa, es que ni me ha besado... nunca me había pasado una cosa así. Todos iban a lo que iban... ¿será que le gusto de verdad? Sería increíble que me hubiera dejado para el final el mejor --se dice ilusionada.
Después de un largo paseo, la pareja se despide delante de casa de ella y él le da un casto beso en la mejilla. Harta de que él no dé un paso más, ella se le abalanza y lo ahoga con un beso. Los dos se miran jadeantes. Se sonríen.
-- perdón que sea tan directa pero es que tú eres un poco lento ¿vamos a mi casa? No hay nadie...
Samantha es muy coqueta y Scott se queda en shock y Samantha que está deseando acostarse con él y él no hace nada.
--¿eres virgen?¿tienes miedo?
--no claro que no.
--pues vamos a mi casa.
Ella es muy provocativa pero él no reacciona. Ella se desespera.
--¿es que eres gay?
-¡no¡ --dice ofendido.
Y ella se pega a él y le intenta meter la mano en el pantalón.
--pues demuéstramelo.
Scott se asusta y se va corriendo. Samantha no entiende nada.
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